Consagración al inmaculado
Corazón de María
Junio 13 al 16 de Julio de
2015
Día de la Consagración 16 de
Julio, día de Nuestra Señora del Carmen.
Preparación para la Consagración al Triunfo Inmaculado
Corazón de María. Libro de Oración escrito por Monseñor Jhon W. Ronde, Vicario
general de la Diocesis de Santa Barbara de la Arquidiócesis de los Angeles
USA. Este libro llego a mis manos en el
año 2015. Inicie la preparación el día 13 de Junio de 2015 hasta el día 16 de
Julio de 2015. Son 33 días de preparación,
numero correspondiente a los 33 años de vida de nuestro señor Jesús. Cada día
trae un mensaje, oraciones y reflexiones.
Mi testimonio inicia el día de la consagración 16 de
Julio de 2015. Es el día de Nuestra
Señora del Carmen, la virgen de las fuerzas armadas de Colombia. Esta
consagración la inicie con una gran persona, madre de tres hijos y esposa de un
miembro de las fuerzas armadas de Colombia. Ella me sugirió que celebráramos la
consagración en la Escuela Militar en Bogotá, séptima con 106, donde se
llevaría a cabo una procesión y la Eucaristía en honor al día de la Virgen del
Carmen. De esta manera, así lo hicimos y
llegaron varias reflexiones que están contenidas en el libro y que desde el día
de la consagración las pude ver con claridad desde situaciones que empecé a vivir y
reflexionar en mí día a día.
La primera reflexión es el Servicio. Esta reflexión
del Servicio la relaciono con la misión del soldado. Esta inició con la procesión
al lado de varios soldados donde se hacia el Santo Rosario y cantos de
alabanza. La percepción de esta
procesión esta entorno a la simbología
de los soldados y su misión principal. Esta misión la interpreto en términos
del SERVICIO. Ellos están sirviendo a su país en el cuidado y protección de la
Nación en el equilibrio de la Justicia, el orden y la paz de una nación. Ellos lo entregan todo,
incluso su propia vida por el servicio a su país. De esta manera el Servicio en
mi primera reflexión lo relaciono a este ejemplo de vida, los soldados. Así mismo comparo la misión del ser humano en
el mundo y lo traduzco en términos de servicio, esta misión es de todos y nos
invita a practicarla todos los días. Esta reflexión del servicio está contenida en
el libro desde la invitación que nos hace María en las virtudes de la Fe,
Esperanza, Caridad, Humildad, Obediencia, Paciencia y Perseverancia.
La segunda reflexión es que somos instrumentos de Paz.
Cada uno de nosotros somos portadores de paz y nuestra misión es alimentar y
extender esta paz en nuestro interior y al mundo. Para esto la invitación de la
paz va de la mano con el servicio y
consiste en ofrecernos voluntariamente sin esperar nada a cambio; es pensar
darnos a los demás antes que darnos a nosotros mismos. Este paso tiene varios retos y nos invita en
primera instancia a desprendernos de nuestros egos, apegos, vanidades,
orgullos, caprichos y abandonar todo lo que queremos desde el yo.
La tercera reflexión es la Paciencia y el
desprendimiento del individualismo, una de las virtudes de María expuesta en el
libro de la consagración. Cuando nos aferramos a nuestros caprichos y
voluntades propias, se nos olvida el hermano que está a nuestro lado ya que
buscamos satisfacciones personales. Esto lo podemos llamar ego, vanidad y todo
aquello que nos hace daño, todo lo que nos quita la paz y en su lugar resulta
en angustia y ansiedad de querer. Todo lo anterior lo he sentido en mi vida con
proyectos personales que se convirtieron en personales. Recogiéndome en oración
y pidiendo a mi madre María y a Dios padre me ayudaran en la búsqueda de la
paz; fue entonces cuando recibí en mi
corazón el mensaje de la Paciencia y el desprendimiento del individualismo.
Todo tiene su tiempo como las semillas de los arboles, la naturaleza tiene un
proceso y un tiempo para dar sus frutos. La paciencia de esperar en Dios y su
obra en nosotros. En este momento cuando acepte y reconocí mi individualidad,
egoísmo, orgullo y caprichos fue entonces cuando abrí mi corazón a la voluntad
de Dios en mi vida desde el Servicio, la Paciencia y el desprendimiento de mi
voluntad.
Hoy siento paz, confianza en mi Padre Dios y en María
quienes están haciendo su obra en mí. Lo siento desde la serenidad y el gozo
que se imprime cada día en mi vida. La
Consagración del Inmaculado Corazón de María se hace vida y obra cada día. Lo siento, soy testimonio de estas
reflexiones y un nuevo despertar de sentir y vivir desde la Paz, el Servicio,
la Paciencia y el desprendimiento del individualismo.
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