Agosto 7 de 2015
Invitación a refugiarnos en el
amor
Cuando hemos pasado por situaciones dolorosas que han
marcado el curso de nuestra vida es muy posible que nos acostumbremos a
refugiarnos en el dolor de esas experiencias. Refugiarnos en el dolor muchas
veces causa separación y distanciamiento con nuestro entorno, soledad, y un dolor que crece, haciendo daño
a nuestro interior. Todo dolor debe ser sanado desde la aceptación y el reconocimiento
que podemos cambiarlo. Debemos ser
consientes desde la experiencia del dolor si queremos permanecer en ella o por
el contrario vivir nuestra vida desde el amor.
En mi caso particular, refugiarme en el dolor me ha
significado evadir mi realidad, mayor dolor y sufrimiento, conflicto interno y
externo con migo misma y mi entorno. Hoy cuando estaba
reflexionando sobre el dolor que he experimentado y lo comparo con el amor
experimentado, llego a la conclusión que me siento mucho mejor viviendo mi vida
desde el amor. Este me hace sonreír y recuperarme, sanar mi interior, me
permite tener paz, serenidad, me invita a ver la situación como una invitación
a mejorar, el amor me invita a sentirme feliz en el momento presente, el amor
me invita a sentir confianza, seguridad, el amor me invita a crecer a continuar
viviendo cada día en alegría a pesar de la dificultad, el amor me invita a
perseverar, el amor me invita a perdonar, a aceptar y tener compasión, el amor
me invita a amar y evolucionar.
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