El Arte de todo buen Propósito



Febrero 9 de 2016



El Arte de todo buen Propósito








El día de ayer me propuse salir temprano en la mañana a trotar, para hacer ejercicio, meditar y contemplar el amanecer y el entorno en el que me encuentro. Inicie el día de hoy y mientras realizaba mi preparación en la mañana y realizaba mi ejercicio de estiramiento, agradecimiento y alabanza a mi padre del cielo, llego a mi mente la siguiente reflexión. Para todo propósito, ejercicio, trabajo, y en la vida misma cuando tenemos propósitos y planes debemos organizarlos mediante tres etapas. La planeación previa, establecer objetivos, y proceder con la acción y perseverancia de los mismos hasta alcanzar la meta u objetivo propuesto.

Primero, la planeación. Esta nos ayuda a identificar, visualizar, observar, proyectar, programar nuestro propósito. Como ejemplo del ejercicio que realicé esta mañana me di cuenta que debo planear una hora específica para despertarme y dar inicio al propósito, debo planear una ruta de ejercicio, debo establecer un tiempo de ejercicio, debo establecer el número y la secuencia de los estiramientos para que mi propósito tenga una ruta, dirección, tiempos, espacios, lugar que me permita organizar dicho propósito.

Segundo, establecer objetivos. Esta nos permite mantenernos concentrados, enfocados en dicho propósito, este nos permite tener un horizonte sin distracciones, también estimula nuestro recorrido del propósito para alcanzar la meta. Como ejemplo al objetivo propuesto es realizar el ejercicio en horas de la mañana, levantarme temprano 6:30 am e iniciar el ejercicio, meditación alabanza de 7 a 8 am. Distribuir la hora programada en estiramiento, meditación y alabanza o contemplación cada una de 20 minutos. Establecer de 7 a 10 secuencias de estiramiento cada una con cuentas de 25 para cada movimiento. De esta forma podre alcanzar el objetivo.

Tercero, plan de acción y perseverancia. Esto indica poner toda nuestra dedicación, compromiso y disciplina en la puesta en marcha de la planeación y los objetivos para hacer efectivo y real nuestro propósito. Hoy al iniciar mi primer día de propósito identifique que necesitaba organizar el propósito en estos tres pasos. Muy seguramente en la marcha continuare aprendiendo y fortaleciendo cada paso. Con la ayuda de mi padre del cielo quien siempre orienta mi camino y mi vida, sigo disponible a recibir toda la iluminación de mi Padre Creador para entrenarme para la vida.

El arte de todo buen propósito tiene estos tres elementos, planeación previa, establecer objetivos, y proceder con la acción y perseverancia de los mismos hasta alcanzar la meta u objetivo propuesto. Yo hoy encomiendo mi propósito de vida a mi Dios Creador para que él sea mi luz en el camino de la vida y continúe dándome herramientas como las mencionadas y reflexionadas para el buen ejercicio de estas. 


Liliana A Monroy Pacheco



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