NO DESPRECIES





Febrero 23 de 2016,



NO DESPRECIES



No desprecies, estas dos palabras llegaron a mi mente en la mañana del 23 de febrero de 2016 mientras meditaba. No desprecies, siempre ama, bendice. Cada ser en el Universo tiene un rol, un papel, una misión, una necesidad, un mensaje. Detengámonos a observar, a escuchar, el llamado de cada ser y con esto me refiero a la naturaleza, los animales, las plantas, la humanidad y todo lo que nos rodea. Lo observo de esta manera, todo aquello que despreciamos es una oportunidad maravillosa de luz para sentir, compartir, transformar el dolor, la alegría, la necesidad, el mensaje de todo cuanto existe en Amor, esperanza, comunicación, dialogo, solidaridad, apoyo, solución, creatividad, trabajo en equipo- Unidad. 

Es un momento de riqueza espiritual, tiene un gran poder sanador y transformador. Todo lo que es adverso, diferente nos sacude y despierta a encender la luz de nuestra alma en medio de la oscuridad que esto pueda representar. Somos nosotros los portadores de luz, tenemos las herramientas del amor para crear soluciones, equilibrio, ayudar, dar un abrazo, brindar alimento, vestido, hospedaje, palabras de ánimo en medio de la necesidad, de la condición difícil o despreciable a nuestro entender.

No desprecies, siempre ama y bendice. Lo que despreciamos es un llamado a despertar en nuestro interior los mayores sentimientos de respeto, consideración, ayuda, solidaridad. Lo que despreciamos es una oportunidad de crear, innovar, solucionar, unir los corazones, las mentes y la sabiduría a la luz del amor y de un mundo mejor. 

No desprecies siempre ama y bendice. Es una oportunidad para embellecer para hacer brotar la luz en su mayor esplendor, en principio lo que vemos gris u oscuro tiene un gran contenido de luz. La Luz esta lista para brillar cuando nos disponemos y le damos espacio.

No desprecies, ama, bendice. Recibe la luz del amor del padre creador. Transforma, es un momento de gran evolución. No lo desprecies, no lo rechaces, no lo juzgues. 



Liliana A Monroy Pacheco 

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