Septiembre
8 de 2016
Acojamos a Nuestra Madre María
Natividad de la Santísima Virgen María,
Reflexionemos en tornos al
Evangelio según San Mateo 1, 18-23 y revisemos cada uno en nuestro interior lo
que analizamos de nuestra madre María y como la acogemos o en su defecto no lo
hacemos.
María madre de Jesús, estaba
desposada con José y, antes de vivir juntos, resulto que María esperaba un hijo
por obra del Espíritu Santo. José, su
esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución
se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: “José, hijo de David,
no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en
ella viene del Espíritu Santo”
Cuántas veces hemos tomados la resolución
de José de repudiar a María en secreto o en silencio. Hoy como el Ángel del
Señor, te invito con las palabras del ángel del Señor y te digo a ti que lees
en este instante “Hijo, no tengas reparo
en llevarte a María” en acoger a
María, en buscarla, en hacerte su discípulo, hijo, servidor. Ya que María está
llena del Espíritu Santo, es madre de Jesús y ella tiene muchas gracias y línea
directa con Dios padre, hijo y Espíritu Santo para interceder por nosotros.
Sirvamos a María como después José lo hizo con entrega total y démosle todo
nuestro cariño y afecto siguiendo sus virtudes de amor, Fe, esperanza, caridad,
humildad, piedad, perseverancia, obediencia, silencio.
Algunos de nosotros o en el mundo
encontramos aprecio o distancia sobre María Santísima, y se asume un papel como
el de José, al principio, en guardar silencio y repudiarla. Esta distancia
puede ser porque aún no comprendemos la figura e importancia de nuestra Madre María.
María es precisamente la madre de Jesús
nuestro salvador y redentor y madre nuestra, recordemos como Jesús al
pie de la cruz del Señor, dice: "Jesús, viendo a su madre y junto a ella
al discípulo a quien amaba, dice a su madre: "Mujer, he ahí a tu
hijo". Luego dice al discípulo: "He ahí a tu madre"" (Jn 19, 26-27).
María es intercesora y es madre de Jesús,
ella ora por cada uno de nosotros sus hijos y como en las bodas de Caná que le pidió
a su hijo que cambiara el vino viejo por vino nuevo, ella también le pide a Jesús
que nos renueve, que nos ayude en cada uno de nuestros llamados de auxilio. María
es luz y camino de salvación.
Liliana A Monroy Pacheco
Septiembre
13 de 2016
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