Junio 24 de 2017
El Don de Creer
Cuando
voy al Santísimo y veo la Hostia Consagrada, digo, Señor estas aquí, creerlo es
un ejercicio constante que se llama Fe. Ahora,
comprenderlo es un gran Misterio, pero reflexionando con mi señor, he empezado
a descubrir el maravilloso regalo que se encierra en este acto. El regalo de
abrirnos a creer, a confiar, esto es la fe. Esforzarnos por creer que está con
nosotros que está allí escuchándonos, aliviándolos, amándonos. Confiar y creer que Dios está con nosotros
y está presente en la Hostia consagrada es un Don de Dios, debemos pedir
este don para no dudar y confiar. Es un entrenamiento que nos permite vivir la
fe como es, Creer sin haber visto.
Dios
en su gran sabiduría nos exhorta a creer, a confiar desde el lenguaje de la
oración, la disposición, abrirnos como las flores cuando reciben el sol de cada
mañana. La Eucaristía, la exposición al Santísimo es una invitación de Dios
para adentrarnos al lenguaje interior y no exterior, a la intimidad con El, al
encuentro de amor, en la disposición y en la práctica continua de ejercitar
nuestra fe. “Dichosos los que creen sin haber
visto” dice el Señor.
Creer que Dios está
con nosotros, que ha enviado a su Espíritu Santo y que permanece en la Eucaristía,
en la Hostia Consagrada, que nos escucha mientras dormimos, cuando despertamos
cada mañana, cuando oramos, cuando estudiamos, cuando estamos de viaje,
trabajando que El existe, eso es Fe.
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